lunes, 8 de diciembre de 2008

Reforma Constitucional y Monarquia.

Marisa Cruz firma una noticia sobre los no-planes del Gobierno sobre la reforma de la constitución. Al final del articulo se comenta el temor de la Zarzuela sobre dicha reforma:

"Zapatero prometió en la primera legislatura proceder a la reforma de la Carta Magna. Un año más tarde, la cuestión se convirtió en acuciante con el nacimiento de la primera hija de los Príncipes de Asturias, ya que si el segundo hijo hubiera sido un varón y la reforma no se hubiera llevado a cabo, el niño arrebataría los derechos de sucesión a su hermana. Sin embargo, el segundo hijo de los Príncipes también fue una niña. El problema sigue pendiente aunque la Casa del Rey señala que no hay urgencia porque el heredero ahora es Felipe de Borbón.

Sea como fuere, las verdaderas razones para postergar los cambios son dos: de un lado, la falta de consenso entre las principales fuerzas políticas a cuenta de la reforma del Senado y, de otro, un cierto temor en la Monarquía a que el referéndum que debería celebrarse se convierta en un plebiscito sobre la permanencia de la institución."

La verdad es que nunca se ha preguntado al pueblo español sobre ninguna de las características que deben regir la Jefatura del Estado. Ni ahora ni hace 30 años. Nos metieron la monarquía con calzador. O el rey o la nada ... Ahora, siguen con miedo a que la gente tenga que pensar porque una familia tiene que acaparar la jefatura de un estado en el Siglo XXI. No me extraña.

Desde otro ambito, Javier Pradera en su columna dominical de El Pais: "Una Crisis de Edad" expone muy convincentemente las razones por las que cada dia son mas necesarios estos cambios:

"....La necesidad de reformar periódicamente las constituciones suele ser defendida con el argumento de que los descendientes de los padres fundadores echan en falta sus propias ideas en unos textos cuya génesis no contó con su participación. Los constituyentes franceses de 1793 -"una generación no puede someter a sus leyes a las generaciones futuras"- y el americano Thomas Jefferson estaban de acuerdo en que la voluntad de los muertos no debería gobernar a los vivos. El paso del tiempo descubre los fallos de cualquier sistema político: si no son reparados a tiempo, el edificio constitucional resultará invivible y sus habitantes acabarán por derribarlo y construir otro nuevo..."

¿Estamos dispuestos a definir las reglas sobre las queremos funcionar o nos conformamos con las que nos medio impusieron después de 40 años de dictadura?

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