Increible bofetón el que le mete Muñoz Molina a la también escritora Almudena Grandes en relación a un articulo que esta ultima escribió en El Pais el dia 24 de Noviembre, decía la Grandes bromeando acerca de una monja en el Madrid del comienzo de la Guerra Civil:
"¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una pandilla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?"
En una carta al director, Muñoz Molina la contesta de la siguiente manera:
"Ni a Manuel Azaña, ni a Indalecio Prieto, ni a Arturo Barea, ni a Julián Zugazagoitia les costó nada imaginar la tragedia de tantas personas asesinadas por esas pandillas no siempre incontroladas que preferían mostrar su coraje sembrando el terror en Madrid en vez de combatiendo al enemigo en la sierra. Casi todos ellos hicieron lo poco que podían por salvar a inocentes: a Juan Negrín no le fue nada fácil evitar que asesinaran a su propio hermano fraile. Y todos ellos sabían el daño que esos crímenes estaban haciendo internacionalmente a la justa causa de un régimen legítimo asaltado por una sublevación sanguinaria e inicua. Almudena Grandes habla de exiliarse a México: cuando leemos artículos como el suyo y como tantos otros que por un lado o por otro parecen empeñados en revivir las peores intransigencias de otros tiempos, algunas personas nos sentimos cada vez más extrañas en nuestro propio país"
No puedo estar más de acuerdo con él.
"¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una pandilla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?"
En una carta al director, Muñoz Molina la contesta de la siguiente manera:
"Ni a Manuel Azaña, ni a Indalecio Prieto, ni a Arturo Barea, ni a Julián Zugazagoitia les costó nada imaginar la tragedia de tantas personas asesinadas por esas pandillas no siempre incontroladas que preferían mostrar su coraje sembrando el terror en Madrid en vez de combatiendo al enemigo en la sierra. Casi todos ellos hicieron lo poco que podían por salvar a inocentes: a Juan Negrín no le fue nada fácil evitar que asesinaran a su propio hermano fraile. Y todos ellos sabían el daño que esos crímenes estaban haciendo internacionalmente a la justa causa de un régimen legítimo asaltado por una sublevación sanguinaria e inicua. Almudena Grandes habla de exiliarse a México: cuando leemos artículos como el suyo y como tantos otros que por un lado o por otro parecen empeñados en revivir las peores intransigencias de otros tiempos, algunas personas nos sentimos cada vez más extrañas en nuestro propio país"
No puedo estar más de acuerdo con él.
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